(Y OTROS IDIOMAS…)
Y LA VISIÓN DE VIA CONEXA, ACADEMIA DE INGLÉS EN CUDILLERO
Como las buenas películas, hay artículos interesantes que van y vienen y que te vuelves a encontrar de vez en cuando.
Hace poco caía de nuevo en nuestras manos este artículo de Fernando Galván, catedrático de Filología Inglesa y rector de la Universidad de Alcalá, publicado por el diario El País, en sus ediciones impresa y digital del 19 de julio de 2010.
Poco que añadir a las claras explicaciones del doctor Galván, quien nos ofrece las claves de esta incómoda y persistente dificultad nuestra para aprender inglés (y otros idiomas, dicho sea de paso).
Eso sí, el conocer que hay unas causas reales y concretas para esas dificultades no significa que estemos determinados para siempre y que debamos entonces arrojar la toalla.
Bien al contrario, conocerlas ayuda a progresar mejor, según Via Conexa, escuela de idiomas en Cudillero.
Efectivamente, todas las claves siguen estando en nuestras manos.
He aquí algunas reflexiones que nos hacemos en la academia de inglés Via Conexa:
1.- Es cierto que, de manera general, y no solo en inglés sino en todas las materias, en nuestro sistema educativo pareciera que existe un frágil vínculo ‒cuando no está ausente‒ entre lo que se aprende y su utilidad. Es decir, los estudiantes tienen muchas veces la sensación ‒que no quiere decir necesariamente que sea fundada‒ de que lo que aprenden no vale para mucho.
¿Es posible dotar a los aprendizajes de mayor significatividad? Sí, claro.
Y, de paso, quizá vayamos encontrando la manera de presentar los aprendizajes en un marco de necesidad (¿utilidad?). No una necesidad entendida como necesidad económica o necesidad de estudiar para obtener un título para luego encontrar trabajo, sino necesidad para satisfacer la natural tendencia humana a querer saber, conocer, comprender y comunicarse.
2.- El número de horas de exposición a una lengua es determinante. Algunos estudios llegan a cuantificar el número de horas necesarias para llegar a dominar un idioma. Puede parecer desalentador cuando ves ese número de horas, pero no tanto teniendo en cuenta que hablamos de tiempo global de contacto con esa lengua.
El aprendizaje del inglés en una academia con un profesor nativo aporta la estructura ideal para construir tu nuevo sistema lingüístico adecuadamente. Pero aparte, hay muchas horas de contacto con el inglés que se pueden sumar de manera cotidiana: leer en inglés; escuchar cuentos, relatos o noticias en inglés; ver series, películas o dibujos animados en inglés; acudir a cafés o reuniones donde se habla en inglés por placer…
Bien, así ya parece más fácil, ¿no?
Además, cada vez empezamos antes a aprender inglés. Ya a nadie se le escapa lo útil que puede ser exponer a los niños a un acento nativo a temprana edad, cuando son tan capaces de asimilar matices y de modular su articulación fonética.
3.- El componente afectivo es fundamental.
Desde luego, no infravaloremos la gran capacidad de aprendizaje que tenemos.
Sin embargo, para que el proceso de aprendizaje sea lo más rentable y agradable posible, es deseable que éste se desarrolle en un clima afectivo adecuado.
Este clima afectivo depende del momento personal del aprendiente, de su bagaje anterior, de sus expectativas, del ambiente creado en el aula (un espacio vivo y en constante evolución), pero también de la capacidad de gestión del proceso de aprendizaje por parte del profesor y de su habilidad para conseguir que las clases sean distendidas, motivadoras y dinámicas.
En pocas palabras, aprendemos mejor si lo hacemos en un ambiente y en unas circunstancias agradables y si deseamos aprender (porque sea útil, necesario o divertido).
Sin emociones positivas no aprendemos igual. Hay estudios que hablan de una secrección menor de melanina, una hormona presente en los procesos de aprendizaje.
4.- Los bloqueos.
La semana pasada, con respecto a su capacidad para ponerse “ahora” a aprender inglés, nos decía una amiga de la escuela algo así como “no valgo”, “tengo un nivel 0”; “soy mala, no, lo siguiente”.
Nuestra respuesta fue la siguiente:
a) Sí vales.
b) No existe el nivel 0. Sabes algo; normalmente, más de lo que crees y dices.
Hay un término utilizado en lingüística muy interesante: INTERLENGUA.
En el diccionario de términos clave de ELE del Centro Virtual Cervantes encontramos la definición siguiente: “se entiende por interlengua el sistema lingüístico del estudiante de una segunda lengua o lengua extranjera en cada uno de los estadios sucesivos de adquisición por los que pasa en su proceso de aprendizaje. El término fue acuñado por L. Selinker (1969, 1972).”
Me gusta mucho este término porque, pensándolo detenidamente, todos estamos en ese estadio de interlengua. Siempre. Cada cual con sus herramientas, sí, pero todos juntitos ahí.
Fuera miedos, pues, a lanzarse a la aventura de aprender un idioma por temor a hacer el ridículo. Más cerca o menos del “modelo ideal de lengua”, todos estamos en el camino. Y ya sabemos, como decíamos más arriba, que es una cuestión de horas de exposición al idioma.
c) Nunca es tarde para aprender inglés. Sólo hay que encontrar tu momento y dedicarle un poco de tiempo.
Además, el aprendizaje del inglés y de todos los idiomas es muy agradecido: con poco que hagas, tu nivel mejora.
d) También puedes pensar en la satisfacción de avanzar, de comunicarte mejor. Y olvidar un poco todo lo que hace falta para llegar a hablar perfectamente (por cierto, ¿quién habla perfectamente?) o lo bien que hablan otros, o que “debería” saber más…
En fin, en Via Conexa, escuela de idiomas, estamos contentos de contar con profesionales sensibles a estas cuestiones.
Seguimos trabajando para mejorar nuestra manera de enseñar, para que nuestras clases de inglés, francés y español como lengua extranjera sean dinámicas y divertidas además de eficaces. Deseamos que tu experiencia de aprendizaje sea lo más satisfactoria posible y que sientas ganas de vivir el idioma.
Óscar González Hernández
Director de Via Conexa