VENTAJAS DE PREPARARSE PARA UN EXAMEN DE CAMBRIDGE (II)
Por Via Conexa, Escuela de Idiomas & Traducción, en Cudillero, Asturias
Centro Preparador Oficial de Exámenes de Cambridge
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En el artículo anterior hablábamos de que los exámenes de Cambridge no son fáciles de superar, pero que decididamente merecen la pena.
He aquí algunas informaciones y reflexiones:
– Según datos de Cambridge English Qualifications, el 95% de los profesores y directores de academias coinciden en que preparar para un examen de Cambridge mejora notablemente el nivel de inglés de los estudiantes. El 80% de los estudiantes cree que su nivel de inglés ha mejorado tras haberse preparado para un examen de Cambridge.
– Nos dan información objetiva y útil. Las evaluaciones en los centros escolares pueden adolecer ‒a pesar de la buena labor de sus profesionales‒ de tener un cierto grado de subjetividad.
Los test de Cambridge tienen unos baremos muy definidos, puestos a prueba y calibrados año tras año. Cuentan con profesionales entrenados específicamente para realizar y corregir esos exámenes. La subjetividad es mínima. Si apruebas un examen de Cambridge es, sin duda, porque tienes ese nivel de inglés o más.
Los resultados obtenidos nos brindan una información muy práctica, ya que nos indican si vamos por el buen camino y en qué aspectos se necesita hacer más hincapié en la continuación del proceso de aprendizaje. Nos dejan ver, además, los progresos que se van haciendo, en forma de objetivos conseguidos.
– Los exámenes de Cambridge evalúan las cuatro destrezas: comprensión y expresión orales, y comprensión y expresión escritas. Son muchos los estudiantes que han dedicado años a aprender inglés, pero que se han quedado en la parte teórica, en “la gramática”, o en la “parte escrita”. La dificultad para desenvolverse en situaciones de conversación les hace ver que no comprenden o que no saben qué decir llegado el momento de la verdad. El aprendizaje no fue completo, faltó el paso a la práctica.
– Prepararse para un examen activa y desarrolla múltiples destrezas mentales necesarias para la superación de las pruebas. Desde las más básicas ‒ como percibir familias y rangos de palabras, establecer similitudes y diferencias, organizar las ideas, reconocer sonidos, extraer la información relevante – hasta otras más elaboradas ‒ como diferenciar y manejar matices léxicos, gramaticales y de uso del inglés, o adaptarse a diferentes tipos de discurso y estructurar discursos escritos u orales ‒.
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